21 jul 2010
La vida del viajero
El peor sentimiento del mundo: ya me quedé aquí. Arena movediza. Por ese sentimiento inicia el viaje. Cosquillas de ansiedad. Pero también lo sientes cuando te vas muy lejos, cuando te pierdes en el mar. Ya te quedaste varando, como Odiseo, y te mueres por regresar. Se prolonga tanto tiempo la Odisea, que ya nunca puedes volver. Ítaca no será lo mismo. Allá todos se quedaron igual, Penélope tejió y destejió lo mismo cada día. Cuando llegas a Ítaca, te sabe dulce pero no te sabe igual. Cuando lo sentiste, tenías razón. "Ya me quedé aquí". Navegando, viajando.
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