30 nov 2010
LuSid Dreams
There's no reason to fear, it's like being afraid of your nightmares when you know you're going to wake up. Climb the peak to desire, and don't be blinded by the sun. Instead of collapsing, wake up inside the dream. Kids feel this natural fear, but they get over it when they wake up the same. They don't realize that in waking life, there is also, strangely, fear. The problem is that man attributes all it can't understand to the dream and the imagination, repeating to himself that "it's just a dream" instead of "I'm still right here". Or when he eats something that says "Eat Me", he says "What did I eat?", instead of, "So then, what am I?"
The picture of Dorian Gray
"For the canons of good society are, or should be the same as the canons of art. Form is absolutely essential to it. It should have the dignity of a ceremony, as well as its unreality, and should combine the insincere character of a romantic play with the wit and beauty that make such plays delightful to us. Is insincerity such a terrible thing? I think not. It is merely a method by which we can multiply our personalities".
Oscar Wilde.
Son como Dorian Gray. Viven en el mundo de la vista táctil, de la palabra viva. Se saben un sensorama consciente. Pero siempre tienen que volver a la tierra sucia donde cada cosa se encierra en sí misma, y ése es su retrato oscureciéndose y envejeciendo. Oscar Wilde también era como Dorian Gray, pero su retrato no se hizo feo porque cuando bajaba a la tierra no se encerraba en un cuarto para que nadie lo viera. En vez, lo escribió.
Oscar Wilde.
Son como Dorian Gray. Viven en el mundo de la vista táctil, de la palabra viva. Se saben un sensorama consciente. Pero siempre tienen que volver a la tierra sucia donde cada cosa se encierra en sí misma, y ése es su retrato oscureciéndose y envejeciendo. Oscar Wilde también era como Dorian Gray, pero su retrato no se hizo feo porque cuando bajaba a la tierra no se encerraba en un cuarto para que nadie lo viera. En vez, lo escribió.
18 nov 2010
Pájaro aletea
La locura era un pájaro que andaba suelto por la casa. Las piernas se estiraban en pants, nunca pijamas, se equilibraban en triángulos sobre el sillón, tiraban para atrás la cabeza y para arriba las manos. Se preparaba el cuerpo para ser templo. Se sentía en las orillas de la isla el murmullo de brisa...
Están rotos, no saben por qué. Como la tierra, que sí sabe por qué, y silenciosamente solloza oro negro a media sal. Su sal y agua pura, que se sabe mar, cómo se nutre sin sentir contradicción en ser dos uno. Fría pero deliciosamente extraña la relación hombre-planta, más estrecha que hombre-animal. Los animales no saben meditar.
Tierra que no tuvo voz hasta que nuestros oídos ya estaban llenos, algunos, de coral... cuando entiendan que no fueron nuestros padres quienes vida arrojaron a muerte con violencia, sino un estremecimiento prolongado de miedo que confundió imagen y reflejo, titubeo que provocó prostituciones que la Tierra tuvo que cobrar...
"No confundas lo divino. Lo divino eres tú, que habitas en mí, y lo divino soy yo, donde habitas. No tengas otro dios. Abre las puertas del circo, y deja que animales imaginarios caminen jardines verdaderos y nunca quieras tirarlo con todo y jardín. ¿Por qué no pisa un pie tierra y otro mar? ¿Acaso no tienes dos pies? Estoy contigo en líneas paralelas. Mientras siga habiendo vida, no estarás muerta. Cuando existes y luego piensas, el pensamiento es el eco. Si no, el pensamiento es un error y tú eres el eco".
Inhala. Eco de inhalación. Eso se llama pausa. Es el paso que sólo un eco, o un árbol, pueden publicar, nace de dentro. Exhala. Eco de exhalación. Estira y luego, hazte bolita.
Susurros de pavorreal en la pantalla, pero también delante y detrás; concepción de que todo deja rastros de humo, convicción vana de lo que se siente solo y destella, o deja olor. ¡Hermosa vanidad aroma humano! Sólo quien tiene amor la puede olfatear. Estarás olfateando cuando los demás estén viendo su sátira en la pantalla, y reirás y reirás y reirás.
Debes pasar los objetos, especialmente los menos cosas más alquimias invertidas indecentes invaliosas (dinero), de mano en mano como papa caliente. Pero las manos no. Dedos para ser entrelazados. Así, como el zig-zag que construye continuidad bilateral, o curvas monstruosas que explotan en geometría, inverción de voz y eco. ¡Eco! ¡Eco! Escucho eco venir. ¡Veamos voz!
"Luz, sé luz que alumbra para dar. Recibes a medida que das. Así sabes que estás dando. Porque roto, hombre roto, mientras sigas caminando, mientras sigas parte de lo que ves, no serás luz ciega. No dejarás también de recibir. Para lo único que sirve tu juicio es para comprobar que tu vida es un éxito y que quienes te ven, lo creen".
Retuerces en el sillón como perro que te ves, hambre que te ves, infidelidad en la cara frustrada de fidelidad, infidelidad contigo mismo, en busca de un dios que alimente, ¡por Dios! que nos nutra... no un dios indiferente. No un dios que crea jaulas. El gato se frota contra todo, frontera viva es, y nos observa en nuestros cambios de humor, tan seguro de que mentimos cuando lo vemos a los ojos con rubor. Rubornomiente... perdón, adiós.
Sí solo si... y si sí silva como águila que es... maneja tiempo, escribe cartas en avioncitos de papel que se encarga de mandar a volar, mueve y reposa siempre, para que fluyan canales. Se sabe mover por aquí, saber moverse es la estabilidad que tiene.
Ah, si me lo hubieras dicho, mamá, esa mañana que la música del radio coincidió con el diseño del tapete oriental, que era un regalo cuya envoltura no podía nunca quitar. El placer de estar siempre en el principio... sin el terror de la muerte.
La muerte era también, un pájaro que andaba suelto por la casa de madera. Decía, si la escuchabas: "Cuidado con tu poder. Date cuenta que lo que ves, que no se ha manifestado, lo estás invocando. Cuando haya hombres que vean demasiado, y muchos que no vean, habrá desequilibrio y cundirá el caos." Y el pájaro aleteaba, dejando taquicardia.
Están rotos, no saben por qué. Como la tierra, que sí sabe por qué, y silenciosamente solloza oro negro a media sal. Su sal y agua pura, que se sabe mar, cómo se nutre sin sentir contradicción en ser dos uno. Fría pero deliciosamente extraña la relación hombre-planta, más estrecha que hombre-animal. Los animales no saben meditar.
Tierra que no tuvo voz hasta que nuestros oídos ya estaban llenos, algunos, de coral... cuando entiendan que no fueron nuestros padres quienes vida arrojaron a muerte con violencia, sino un estremecimiento prolongado de miedo que confundió imagen y reflejo, titubeo que provocó prostituciones que la Tierra tuvo que cobrar...
"No confundas lo divino. Lo divino eres tú, que habitas en mí, y lo divino soy yo, donde habitas. No tengas otro dios. Abre las puertas del circo, y deja que animales imaginarios caminen jardines verdaderos y nunca quieras tirarlo con todo y jardín. ¿Por qué no pisa un pie tierra y otro mar? ¿Acaso no tienes dos pies? Estoy contigo en líneas paralelas. Mientras siga habiendo vida, no estarás muerta. Cuando existes y luego piensas, el pensamiento es el eco. Si no, el pensamiento es un error y tú eres el eco".
Inhala. Eco de inhalación. Eso se llama pausa. Es el paso que sólo un eco, o un árbol, pueden publicar, nace de dentro. Exhala. Eco de exhalación. Estira y luego, hazte bolita.
Susurros de pavorreal en la pantalla, pero también delante y detrás; concepción de que todo deja rastros de humo, convicción vana de lo que se siente solo y destella, o deja olor. ¡Hermosa vanidad aroma humano! Sólo quien tiene amor la puede olfatear. Estarás olfateando cuando los demás estén viendo su sátira en la pantalla, y reirás y reirás y reirás.
Debes pasar los objetos, especialmente los menos cosas más alquimias invertidas indecentes invaliosas (dinero), de mano en mano como papa caliente. Pero las manos no. Dedos para ser entrelazados. Así, como el zig-zag que construye continuidad bilateral, o curvas monstruosas que explotan en geometría, inverción de voz y eco. ¡Eco! ¡Eco! Escucho eco venir. ¡Veamos voz!
"Luz, sé luz que alumbra para dar. Recibes a medida que das. Así sabes que estás dando. Porque roto, hombre roto, mientras sigas caminando, mientras sigas parte de lo que ves, no serás luz ciega. No dejarás también de recibir. Para lo único que sirve tu juicio es para comprobar que tu vida es un éxito y que quienes te ven, lo creen".
Retuerces en el sillón como perro que te ves, hambre que te ves, infidelidad en la cara frustrada de fidelidad, infidelidad contigo mismo, en busca de un dios que alimente, ¡por Dios! que nos nutra... no un dios indiferente. No un dios que crea jaulas. El gato se frota contra todo, frontera viva es, y nos observa en nuestros cambios de humor, tan seguro de que mentimos cuando lo vemos a los ojos con rubor. Rubornomiente... perdón, adiós.
Sí solo si... y si sí silva como águila que es... maneja tiempo, escribe cartas en avioncitos de papel que se encarga de mandar a volar, mueve y reposa siempre, para que fluyan canales. Se sabe mover por aquí, saber moverse es la estabilidad que tiene.
Ah, si me lo hubieras dicho, mamá, esa mañana que la música del radio coincidió con el diseño del tapete oriental, que era un regalo cuya envoltura no podía nunca quitar. El placer de estar siempre en el principio... sin el terror de la muerte.
La muerte era también, un pájaro que andaba suelto por la casa de madera. Decía, si la escuchabas: "Cuidado con tu poder. Date cuenta que lo que ves, que no se ha manifestado, lo estás invocando. Cuando haya hombres que vean demasiado, y muchos que no vean, habrá desequilibrio y cundirá el caos." Y el pájaro aleteaba, dejando taquicardia.
10 nov 2010
Segundo Sueño
There’s subdued sleepy music in the ghosts of mind
We carry even when climbing, crawling smiles,
When we feel most alive and think we thrive
And forlorn questions full of scorn don’t swarm.
This waking up, this cloudless state of mind,
Or else breezy, white, and thick with cushion mist,
Is comfort in the energetic luminous sense
Of fiery, romantic thrills and gaping eyes.
Ease flees so quick us always drenched in ink,
All muddled lucid dreamers when we live...
Creating trumps for cathexis, a collective cure,
And games of great gestures together to endure
Days holding hands of so-called lovers as we drive
Dull drives and to a vivid fiction volunteer our eyes.
The movie moves and moves in us a muse,
Takes us through crypts of wrinkled hands and faces
Exposing blindly fears like laundry in the wind.
We cry for Earth, a tiny ball of clay, we cry for day
And night falls all around in dark and lack of sound;
We huddle closer without how or why
And then we cry our tips the second time that week
Absorbed in silver and absorbed mid-scream.
Amongst the shadows of these others' sighs
Against the mirrors of our own phantasmal lives.
The ride back home is a surprise, we’re left alone
And so-called friends with strange sly smiles
In cramped and carnival car kidnap our kind--
For a hobby, for giving us sweet chords and poppy,
Lightly laughing at our eyes, lightly laughing
At our self-delighting sensuous prison-paradise.
Then so-called home, yellow building, yellow dog
Dog left begind, neighbor fretting, questions,
Spotlight, soft interrogations, subtle dialogues through dog,
We know not what to say or how to leave.
Some nights deem awkward instances like these,
When the cold biting street-light dark
Threatens some wild story ending
In confusing outcomes previously unimagined,
Foreboded with a shimmery thud, we tremble
As we wish the elevator would just swallow us up.
Under our door we spy domestic light
Hear footsteps and the loud familiar voice
Of one we recognize as from the egg of us
Saying strange things to someone on the phone.
The words that we can’t help perceive as echoes
Of concerns for women art and death
As much despair in all these prospects lies
Assumed despair that's sterile as the stars.
The broken wings have healed and been
Hung up to dry, not to be used but for to dance.
Strangers to all! We to our room do brood,
Absorb the space with our tactile sight,
No longer yearning to eager ears portray our lives
Without even looking in the mirror once.
Hooked on the mirror once, we never
Can look away, even if we don’t look again,
Until now that we see and hear and say
Which which, what what, and all of that.
Memory sleeps still but now it stirs,
Changing the colors in the smoky composition.
As now it wakes with it it steals
The fingers dancing from our pupils,
Inside we climb or slide and fantasize
With moments we live wanting come
Coming perhaps soon, on some enchanted noon,
Or some enchanted moon, where looks deliver lines,
And intense dialogues are heard between old friends
Old lovers and old hates told in a fit and never without wit.
Moments that surpass us are a thing of dreams,
In reality the moment itself is always smaller than we.
The beauty of closed pulsing eyes!
Of smoother cats that never lost look!
He's thinking of the number three and so are we
The trinity of kaleidoscope, sea-shell, rag doll.
Steep stony trails, calm down it's almost done
This daily dream that starts and ends the same
All other dreams sustains, stories are easy to forget
Not stones. We say what we can as well we can.
Some tea and soon, in truth, we shut them tight,
The dark is buzzing some between our eyes
The light is sharp and hostile on our eyes
And fears make turbulence around our ears.
We trust no more this wandering wondering waking
Life with strong elixirs potent, tempting in red vials
That can’t but half-deliver promises they make
Because of time stretched out on day and days.
Youth lasted such a long time and left us
The chronic state of what we did foresee.
Lone wolf in tux, unable to know anyone
Because the eyes are watery pools that hide
Fancy behind, to bed we drift
To start our backward sift through
Moving skeletons so deep and chained
Inside our inside struggling to flee.
Remove the lucid and go back to dream,
Dream always dominating in the lead
Time being relative, so many lives in dreams
Each night makes dream our natural state
(not you and me but
me and me as one is
our and we)
We carry even when climbing, crawling smiles,
When we feel most alive and think we thrive
And forlorn questions full of scorn don’t swarm.
This waking up, this cloudless state of mind,
Or else breezy, white, and thick with cushion mist,
Is comfort in the energetic luminous sense
Of fiery, romantic thrills and gaping eyes.
Ease flees so quick us always drenched in ink,
All muddled lucid dreamers when we live...
Creating trumps for cathexis, a collective cure,
And games of great gestures together to endure
Days holding hands of so-called lovers as we drive
Dull drives and to a vivid fiction volunteer our eyes.
The movie moves and moves in us a muse,
Takes us through crypts of wrinkled hands and faces
Exposing blindly fears like laundry in the wind.
We cry for Earth, a tiny ball of clay, we cry for day
And night falls all around in dark and lack of sound;
We huddle closer without how or why
And then we cry our tips the second time that week
Absorbed in silver and absorbed mid-scream.
Amongst the shadows of these others' sighs
Against the mirrors of our own phantasmal lives.
The ride back home is a surprise, we’re left alone
And so-called friends with strange sly smiles
In cramped and carnival car kidnap our kind--
For a hobby, for giving us sweet chords and poppy,
Lightly laughing at our eyes, lightly laughing
At our self-delighting sensuous prison-paradise.
Then so-called home, yellow building, yellow dog
Dog left begind, neighbor fretting, questions,
Spotlight, soft interrogations, subtle dialogues through dog,
We know not what to say or how to leave.
Some nights deem awkward instances like these,
When the cold biting street-light dark
Threatens some wild story ending
In confusing outcomes previously unimagined,
Foreboded with a shimmery thud, we tremble
As we wish the elevator would just swallow us up.
Under our door we spy domestic light
Hear footsteps and the loud familiar voice
Of one we recognize as from the egg of us
Saying strange things to someone on the phone.
The words that we can’t help perceive as echoes
Of concerns for women art and death
As much despair in all these prospects lies
Assumed despair that's sterile as the stars.
The broken wings have healed and been
Hung up to dry, not to be used but for to dance.
Strangers to all! We to our room do brood,
Absorb the space with our tactile sight,
No longer yearning to eager ears portray our lives
Without even looking in the mirror once.
Hooked on the mirror once, we never
Can look away, even if we don’t look again,
Until now that we see and hear and say
Which which, what what, and all of that.
Memory sleeps still but now it stirs,
Changing the colors in the smoky composition.
As now it wakes with it it steals
The fingers dancing from our pupils,
Inside we climb or slide and fantasize
With moments we live wanting come
Coming perhaps soon, on some enchanted noon,
Or some enchanted moon, where looks deliver lines,
And intense dialogues are heard between old friends
Old lovers and old hates told in a fit and never without wit.
Moments that surpass us are a thing of dreams,
In reality the moment itself is always smaller than we.
The beauty of closed pulsing eyes!
Of smoother cats that never lost look!
He's thinking of the number three and so are we
The trinity of kaleidoscope, sea-shell, rag doll.
Steep stony trails, calm down it's almost done
This daily dream that starts and ends the same
All other dreams sustains, stories are easy to forget
Not stones. We say what we can as well we can.
Some tea and soon, in truth, we shut them tight,
The dark is buzzing some between our eyes
The light is sharp and hostile on our eyes
And fears make turbulence around our ears.
We trust no more this wandering wondering waking
Life with strong elixirs potent, tempting in red vials
That can’t but half-deliver promises they make
Because of time stretched out on day and days.
Youth lasted such a long time and left us
The chronic state of what we did foresee.
Lone wolf in tux, unable to know anyone
Because the eyes are watery pools that hide
Fancy behind, to bed we drift
To start our backward sift through
Moving skeletons so deep and chained
Inside our inside struggling to flee.
Remove the lucid and go back to dream,
Dream always dominating in the lead
Time being relative, so many lives in dreams
Each night makes dream our natural state
(not you and me but
me and me as one is
our and we)
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